Levantas una piedra y salen a miles… los «haikus»

En esta patria chica, tan fértil y extensa, todas las corrientes artísticas foráneas han encontrado una de las mejores turbas donde llegar, dejarse caer, y polinizar cuantas plantas floráceas hubiera sensibles a sus nuevas nuevas. No obstante, este mal -pudiera verse así- de asimilar o acoger todo lo foráneo, todo lo «de fuera» por considerarlo mejor, da mayor e intocable valor, este «gusto por la ceguera» afecta también a todo el orbe hispanohablante.

De ahí (parece ser) que un poema corto, una de esas tercetillas, un epigrama incluso, un aforismo, no mereciese ni ganase la misma consideración con su formato original, tan marcado por la madre tradición. No. Para comprarse un lugar entre la opinión y el crédito de los «entendidos» -también, incluso, en el mundo personal y valores del poeta en cuestión- debió extranjerizarse; o, mejor dicho, haikurizarse.

No de otra manera se explica la fascinación en Occidente por imitar las coordenadas de vivir, ese acto-momento poético, vivencia creadora -tan vinculada, por otro lado, al zen- del haiku. Sin embargo, tal fascinio, no explica que poetas como Benedetti afirmara escribir (y publicar haikus). Jack Kerouac habló de jaikus, con «j», para una serie de poemas cortos donde, no todos, respetan la naturaleza fundamental del poema más representativo de oriente. De no ser así, si se corrompe o muta la naturaleza inicial de un género literario; si se aleja de esta en su sentido fundamental… ¿por qué seguir llamándolo igual?

No entraremos en valoraciones o elucubraciones acerca de los posibles porqué… No vale la pena. Simplemente romperemos un garrote a favor de la tradición y pediremos que un poeta no llame haiku a un poema corto que no es haiku; animaremos a que tenga, por lo menos, la valentía de apropiarse el género por completo y llamarlo jaiku o jaicu… Y que, si es más atrevido, navegue por otros formatos más allá de los tres versos y la matemática silábica; cuestión ésta que ya se flexibliliza:

    1. Se ha definido al haiku como una poesía de brevedad límite; solo diecisiete sílabas japonesas (ji-on). Aunque no tiene por qué dividirse en tres versos de 5-7-5 (admitiéndose igual 7-5-5, 6-6-5, o cualquier otra fórmula…), el tópico y la tradición nos van a fijar el metro en ese 5-7-5.

Vicente Haya Segovia, prólogo a Hôsai, Santôka y Seishi 2008 (pág. 10).

    1. Actualmente, hay poetas de haiku que prescinden completamente del metro de diecisiete sílabas y escriben poemas sin metro alguno que pueden sin embargo ser considerados haiku

Vicente Haya Segovia, prólogo a Hôsai, Santôka y Seishi 2008 (pág. 10).

Contexto original http://montanawriter.com/tag/haiku/

Si bien en Mierda Perro no nos empecinamos a la obligación de la métrica, nos gruñe el alma cuando leemos pretendidos haikus que ni siquiera cumplen con ese fondo zen,  donde el poeta, en la mayoría de ocasiones, parece creer que por escribir tres versos de pretendida profundidad, de rebuscado profundismo filosófico, ya pare un haiku… Cuando, en realidad, se queda triste y petulantemente, o como mínimo, en tres versos rebuscados, sobrasonoros…o que no son haikus… Son, y funcionan, como otra cosa.

Eso sí, en Mierda Perro reconocemos nuestra falta de sensibilidad, nuestras amplias carencias de conocimiento profundo de la Literatura y los tejemanejes de la creación literaria y sus hidras burocracias; reconocemos en público que nos cuesta la lectura de poemas de tres versos… peeeeeero un haiku no es un haiku si no cumple con el Zen.

En todo caso será un jaiku, o cualquier otra cosa… y, aún así, ¡es levantar una piedra y salen a miles los jaikus!

La Poesía en corto es de técnica difícil, y la experiencia tarda eones en asmiliarse. No todo poeta es Billy el niño, y las florituras son la Gula del poeta:

    1. Sé natural. Lee a los antiguos, en ellos encontrarás buenos y malos haikus. Los haikus sobre lugares comunes pueden estar distorsionados y deformados. Escribe para tu agrado personal. Recuerda la perspectiva: lo grande puede ser pequeño si está lejos y lo pequeño puede ser grande si está cerca. Los haikus se ocupan de asuntos naturales, no humanos. Los haikus no tienen por qué ser proposiciones lógicas y la razón no ha de aflorar a la superficie. Mantén las palabras tensas, sin añadir nada inútil. Usa con preferencia las composiciones basadas en la realidad. Lee todo lo que hay escrito sobre haiku y medita sobre sus aciertos y sus errores. Ten tu propio estilo. Conoce el arte en general.

Masaoka Shiki

p.d: Mario Benedetti no hizo ni un solo haiku… y, si lo hizo, amable lector, pásanoslo 😉

Lecturas de interés:

Blog El Cultural

Octavio Paz, sobre el haiku

Sobre los haikus, Dios

Haibooks, Antología de haikus 1, y 2

Interesantísmo artículo sobre poemas cortos en Nueve Puertas (d.e.p)

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